Blanco.

Aire. Entre las manos y los ojos aire. Entre agujeros y el mundo aire. En mi flauta y en la madera de mi voluntad, aire.

Arena. En el mar de arena de cuarzo y en la noche. Arena blanca y limpia como mi existencia.

Impulso ancestral de otro lugar. Danza pausada y desgarrada de mi corazón a través de las notas.

Pequeño reducto de armonía, retiro espiritual de mi consciencia.

Fluye sobre el mar blanco todo pesar, bordea las blancas piedras del camino y se desvanece.

Sublime abstraccion de lo físico y corpóreo. Escisión de mi Atman en un viaje sobre la arena.

Y de nuevo Aire.

Autorretrato.

El pequeño Damien jugaba con el aire.

Volcaba toda su ilusion, su inocencia, su imaginación; en aquel instante. Un piano colgaba de sus dedos mientras cientos de animales salían de la jungla de sus cabellos y luchaban ferozmente entre ellos. Una lucha limpia, inocente, sin sangre.

Un barco inglés lanzó una salva de aviso. Los temerarios marineros de aquel barquichuelo de papel hicieron caso omiso y se lanzaron contra la cubierta de la mesa de la cocina. Hay arroz con salchichas para comer.

-Damien lavate las manos, vamos a comer ya.
-Mamá.
-Dime cariño.
-No quiero hacerme mayor nunca.

La marea.

Mi pequeña mariposa, ventana a la vida, aleteo de mi corazón en la ultima noche de frío antes de la primavera.

En el amanecer de tus ojos ví la belleza escondida en el interior de cada acto de Dios, de cada ser vivo de este planeta. Virgen inocencia de la mirada tierna y Azul.

Con la fuerza de un torrente me arrastraste hacia el mar de nuestro amor, en una odisea infinita en busqueda de la cajita de sal que forma esas pinceladas de luz sobre las pequeñas olas que besan incesantes la arena de la playa.

De esa playa donde el tiempo pierde todo valor, donde el infinito es un beso y un segundo todo lo demás.

De fundirnos el uno con el otro, de perder la consciencia de donde acaba tu cuerpo y empieza el mío.

Formar un Uno.




Soy un pez en la mas imparable de las mareas.

Bodies on the snow.

Deambulo en unas tristes notas de violín, pisando despacio los charcos formados por la lluvia del último siglo.

La calle está vacía, gris, muerta. Las puertas de metal comidas por el tiempo y el óxido revelan el abandono de esta tierra. Esta tierra comida por el odio y el fuego, derrotadas sus esperanzas por un resurgimiento.

Me adentro en una casa, buscando un refugio contra el frío y los lobos. Siberia es el mayor lobo.

Siberia es un lobo capaz de olerte en lo mas escondido de tu cueva y mutilarte en un solo soplido.

Las noches de escaramuzas y tiroteos en los bosques me atormentan cuando mis parpados ceden al sufrimiento y al cansancio. Cada bala atravesando furiosa el aire. Cada alma arrancada sin piedad de la carne de mis enemigos. Cada sollozo de sus viudas a diez mil kilómetros.

Su vida o mi vida.

Y elijo vivir con el eterno pesar de ser un asesino, una rata, un héroe de guerra.

Sol de la primavera prometida.

Un dedo. Un dedo te basta para derruir mi entereza y mutarme en niño lleno de inocencia.

Un amanecer en la estepa , tras meses de gélido invierno. Tu sonrisa.

Azul. Azul es el color del júbilo de mi alma, de las noches de Marzo, de las horas de añorarte. Tiñes de azul cada uno de mis pensamientos.

Apenas puedo escribir, toda palabra me parece ínfima al lado de lo que siento.


VOLAR.

Al mejor lugar del mundo.

Salto al mar.

Desde el pico mas elevado del mundo. Salto a tu mar.


Sin miedo, desnudo por dentro y fuera. Salto sin paracaidas, salto alegre y decidido.


La entrega trae ventura. No hay fallo.

AzuL.

Tus ojos azuL cielo y profundos como el mar abismal.

Tu mirada clavada en la mía.

Nuestros dedos acariciando suavemente nuestra piel.

Mi corazón bombeando alegría.

Tus labios emanando expectación.

Todo se funde. Y es el mejor lugar del mundo.

Tengo el mundo entre mis manos.

Y no necesito nada mas.

Heartfelt smile.

Sostengo entre mis manos una palabra.Una pluma.Una mirada.

Sostengo una vida mientras mis pies avanzan poco a poco adentrandose en el agua.
Sonrío.

Pececillos de colores bailan a mi alrededor.
Sonrío.

Abro mis ojos a Dios.
Sonrío.

He roto la barrera.

Soy feliz.

El encuentro.

Soy músico, porque cada dibujo vocal de la tinta de mis manos es música en el lienzo.
En tu cabeza, es música que se escucha con tus ojos.

De azul oscuro y plata tiñes cada mirada, hablan tus iris de noches, de lunas. Hablan de mis pies desnudos posandose sobre la arena en una mañana de invierno.

Cuenta la melodia de tinta que bajo el sol, se abandonarán a navegar en un barquito de papel al dulce aroma del incienso y protegidos por las olas.



Gracias.

Blue dreams.

Lloramos ante lo bello en un grito de nuestra alma. En su grito por recordarnos que el atman es belleza.

Lloramos en un tintineo de cristales de sal, entrechocando en la cuna del eterno caballito de mar. En su eco se forman mis ojos y es con mis dedos que veo la infinita belleza de su mirada.

Un manto de fino hielo cubre el suelo, la escarcha adorna brillante las hojas.


Es invierno afuera. Pleno verano en mi interior.

Viajar.

Viajar, mas alla de la tierra o el mar, de la costa o el horizonte. Posar tus pies descalzos sobre la arena de una playa perdida más allá del sol.
Sobre la fina arena de un día en el infinito rincón de la marea perdida, donde las olas van a morir con gracia y amor a las costas de mi escondite.

Sobre los Grillos.

Viven los grillos si las pequeñas lámparas incandescentes cesan en su zumbido y la pantalla queda en negro, salvo el plata reflejo de la luna sobre las hamacas de mis ideas.
Colgando de una hilera de finas y alargadas piedras bailan dos mil grillos contentos y despistados, uno cae y todos rien.
Y es bajo la luna , que estos seres diminutos cantan a su amor la tierra, el fruto de una primavera al acecho.

Making believe

Es todo lo que necesito, mi fe y mi cuerpo, mi conocimiento y mi alma.


Mi profundo deseo por ser grande, muy grande. Enorme.



Y sin embargo...


¿Donde estarán esos ojos?

Meetings along the edge.

Vivo cuando las hojas coloridas de la joven primavera recogen en su seno el agua del despertar, cuando la luz pasa entre la fina niebla de la mañana y la hierba respira, infinita ante mis pies.

Vivo cuando el cielo y el mar se unen en un manto de plata, tan fuertemente iluminado que uno apenas puede mirarlo.

Vivo cuando a través de mi carne desfilan miles de notas, cuando mi cuerpo es refugio de sinfonías, de sonatas, de cánticos ancestrales.


Vivo hoy, mañana y eternamente en las cosas bellas.


Nazco infinitas veces del grito del atman, que con la fuerza de un millón de tambores al unísono, hace estallar mi pecho.


Escribo y vivo. Siempre yo.


Siempre libre.