Camino de aprendizaje. II

Del pesar se aprende.

Escritura automática.V

Cuello de cisne deshojado. Loco el amor en la noche, se encierra en el pecho, lágrima del sirocco. Vuelve a surgir el sol que nos atravesó, vive. Si preso caigo al fondo del mar, lejos de aqui, te seguiré.

León.

Alcancé la perfección al enamorarme de las pequeñas imperfecciones.

Le redécouverte.

Me tinto tímidamente del viento que mas calienta, de la ráfaga mas valiente. Dulces miradas de un invierno al acecho. Sonrisas pícaras y encuentros inesperados. Sincronizo mi pecho al acordeón y muevo mis manos como un mimo, dibujando en el cristal.

Afuera bailan pequeñas lucecillas de colores. He archivado cromáticamente cada instante.

Quizás sí haya una matemática oculta en cada parpadeo, un metrónomo que marque el ritmo de cada respiración cargada de sintaxis.



A Francisco, inspiración sin saberlo.

Tacto.

Violeta, Violeta. Pequeña aventurera de trenes color mandarina de un Diciembre escondido entre las vías. Los andenes siempre fueron noches en cada mirada a su libro azul.

Violeta sueña con despertar en un tren en marcha direccion Bombay.

El burro.

Se hizo póstumo el letargo silencioso en el que sucumbimos a nuestra conciencia, nos olvidamos de quienes somos y acabamos viviendo como animales.

Involución , lo llaman.