Kala.

Hoy, compraré un billete a Ninguna parte, soñaré con despertar rodeado de algas y ver el mar ante mis pies.

Escupiré tres notas de violín que me harán de guia. Que el viento sea mi hogar.

Guardo todo lo que tengo adentro para dartelo a ti, y es por eso que apenas puedo escribir.

Ladrido.

Cinco grillos ladran al sol, uno de ellos es ciego y tan sólo maúlla.

Cuando todos duermen.

Como de las migas que les caen a las palomas de sus picos, bebo de los charcos de la lluvia de agosto, me baño en la luz de las farolas, soy más un mendigo que un poeta y sin embargo soy feliz.