Frágiles palabras, dando tumbos. La voz se rompe y cae la noche, todo es verde y carmín, lágrimas de media luna cuelgan del cielo.
Tres minutos nos separan. Dibujar con los dedos una boca prohibida y bucear en un mar de letras derramadas sobre la luz de la mañana.
Un minuto nos separa.
2 comentarios:
me alegro de ver que sigues escribiendo, maravillosamente por cierto. Me encantó el relato del veneno y las hormigas.
Un abrazo fuerte!
que burraco keres brother .. escribes como los angeles
iloviu
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