Niños tirando piedras.

Paseo con los párpados tristes y bañados en melancolía por la calle Niños tirando piedras. Respiro los aromas nazaríes de un otoño que parece querer arrancarme el alma mientras suspiro y la voz del sueño trata de engañar mi pena. Nos veo en la torre mas alta de la Alhambra y tan solo deseo llorar.

Respirar.

Coger todo el aire que puedas, expirar y esperar que tu hálito se lleve consigo toda la angustia y te libere.

The fragance of Dark Coffee

Trémolo, vistiendo de azul añíl cada latido y volviendo a sentir. Ámalo, como la lluvia al fuego y vivir, en este juego de amantes que se esconden en miradas desnudas con sabor a carmín.

Rozar entre la sombra tus caderas y amar tus manos, pecar a ciegas, besar tu cuerpo durante años en un segundo y que solo el blues nos vea.

Moonfire of a sweet October.

Luna de nieve, siempre altiva, que amanece con el alma esquiva y que al Sol palidece. Fuego enternecedor que a los infantes cobija y a los hombres, en su crepitar, enloquece.

Escritura Automática. X

Crucifixión temporal, amago de muerte. Fuego en mi piel y el furor de cientos de cadenas sonando al caer contra el suelo.

Quema como la mentira expuesta al sol, como herida bajo la lluvia.

Nunca conocí lugar como este. La muerte juega con los gatos callejeros y estos sonríen, despreocupados, siempre han sido amigos. El tiempo corre de espaldas, las luces menguan y los ignotos sabores del oriente ahora inundan mis sentidos.

Huele suficientemente bien como para que me enamore. Como la mejor canción, su sonido atrapa mi alma con el poder de un millon de estrellas.

Los planetas se ven tan pequeños desde aqui... El tiempo parece detenerse, todo es hermoso.


Ojalá estuvieras aqui, en mi corazón, para ver lo que siento.