L'enfant.

Dos hielos, miles de recuerdos y un temor; muy agitados. Mi mano se balancea y tropieza nerviosa con el aire, agua y sal para mi corazón. Una triste sensación.

-¿Que pasa?

El tiempo, inexorable e inagotable, persuadiendo a mi espiritu y mi cuerpo. He visto la belleza de tus ojos, quince años atrás.

Bienvenido al siglo marchito.

Segundo crimen.

Bajo una manta plateada escondieron horrorizados el pecado del hombre.
Mark miró a su alrededor. El lugar debería de verse bello en otras circunstancias, desde el mirador podían contemplarse la colina y el puente romano; sin embargo un olor a odio y una sombra de demencia le conferían un tono dantesco.

El cuerpo había sido atravesado, para luego ser arrastrado y mutilado salvajemente como si de una sala de despiece se tratase, separando minuciosamente las tripas de los buenos trozos de carne viva.

Mark sintió al mismo tiempo hambre y una punzada en las vísceras.

Estaba comiéndose sus ganas de huir.

Escritura automática. I

Busco tus manos, y solo alcanzo a acariciar unas melancólicas notas de violín, que entre el rumor de la gente al pasar, y mi respiración alterada al no encontrarte, apenas puedo saborear.

Quiero encontrarte hoy, en esta ciudad sin calma cuyos atardeceres me decapitan, y cuyos habitantes pagarían sin dudarlo , cualquier precio por pisar mi cráneo como si fuera uva.

Hay mil días y una sola noche; oh amor, donde esta la luna que mi nombre porta cuando el sol cae y mi ánimo, por sí solo, viejo y desgastado no remonta ya.

Entre meretrices, luces en las calles, suspiros fugaces,aves rapaces, vil calaña, sorbos de absenta ,y diáfanas y bien expuestas entrañas en cualquier callejón de esta ciudad entre gritos; la inspiración se pierde en una sola nota.

En un silencio se esconde un mundo.


Ámame.

Los ojos de la Felicidad.

Sobre una brillante y pulida superficie rojiza se deslizaron sus pies.La seguí hipnotizado hasta una colina de piedra , a la que no pude subir mas que unos metros; pero al volver arrastrándome al suelo escarlata, casi del color del quermes; la ví reir a lo alto de la colina, y bajar despreocupada entre el polvo de arcilla y los rayos del sol.

Cuando estuvo abajo la abracé, y sus ojos buscaron los mios.


Fué el instante mas bello que jamás ví; sus iris eran dorados, casi sin pupila. Su piel blanquecina estaba cargada de amor, una tez casi sagrada. Con una sonrisa me preguntó:
-¿Que te pasa tonto, porque me miras así?
-Es lo mas bonito que he visto en la vida.
-¿El qué?
-Tú


Anoche miré a la felicidad a los ojos, y me enamoré de ella.
Nunca olvidaré esa mirada.

Volví del pasajero coma en el que me sumerjo cada día, y me sentí agraciado por haber sido testigo de un milagro.
Hoy quiero volver a soñar con esos ojos, quiero volver a sentir, que el corazón se me sale del pecho de pura felicidad, solo con mirarlos.

Nota del Capitán.

Jimmy paseaba descalzo sobre la hierba. Estaba mojada y las puntas de las hojas bailoteaban alegres entre los dedos de sus pies. Una rana gorda, verde y con cara de sádica cantaba opereta mientras se masturbaba. Tres salamandras contemplaban incrédulas la escena, sabían que llegaban tarde a no se qué delirio de un escritor desconocido; pero el momento lo merecía.

Cree en Jimmy.

Cree en que lo que te estoy contando, sucede ahora mismo , en algun lugar del mundo.

Con ello me basta, sólo con eso; soy Dios. Soy un dios capaz de mostrarte cualquier escena, cualquier sentimiento ; soy un dios capaz de sacarte una sonrisa, con el poder de erizar el vello de tus brazos mientras mil gélidas cuchillas desfilan en tu espalda, en un gustoso escalofrío.

Cree en mis palabras, y verás lo que nadie ha visto.

Piezas.

De qué hablan estas piezas si no de constructores incacabados, que por artífices mancos jamás fueron montados. Sientete una pieza mas de un desconocido puzzle, tus formas nunca encontrarán cuna en el complejo entramado , de viles piezas que entre bordes amables y redondeados dejan ver un interior de cartón, seco y azulado; bajo la colorida superficie que mienten.


No existen personas que sean alegres prados primaverales, ni puestas de sol en el mar ni capillas sixtinas de 9000 piezas.

Quiero vivir en una casita de LEGO, ser un legionario esquizofrénico y tatuarme " LOVE & HATE " en el escroto.

Quizás así encaje.

Ensayo nº3. Sobre la muerte.

La muerte es un estado del alma carente de arraigo terrenal.

La muerte es el fin de las miradas, el ultimo sorbo de agua, un beso con la eternidad, la mas sublime de las caricias entre lo etéreo y lo corpóreo. La muerte es el fin del libro titulado "Manual de existencia",cuyo autor es desconocido y está plagado de notas a pié de página por parte del lector.

Pero en realidad la muerte no existe, Ella es tan sólo la mas larga siesta de nuestro espíritu, que al despertar habrá mudado su piel y volverá a ser dotado de inocencia.

La muerte es el mayor exponente de Fe.

Roots

Hijo de las mismas manos, que años ha llenaron Talavera y gran parte de España del arte ceramista, engendró otras manos de las que me dispongo a hablar, con las mias propias.

Bailando cada dedo, con majestuosidad sin par, esgrimiendo notas en el aire como el dibujo de una luz en mis córneas.
Afuera hacía frio, pero dentro de la sala su guitarra alejaba toda otra sensación que fuera ajena a volar, a imaginar, a ser.

A ser y sentirse artista, como al que con solo dos sentidos, pude sentir con mas claridad que con cinco.

Ocurrió tanto Recordando la Alhambra con una lágrima en el seno de mis párpados, como navegando desnudo en el Mar del Norte, o besando los estados del alma a través de Psiquis. Quizás fueron unos Recuerdos Orientales los que me sedujeron, o quizas fueron solo sus manos, acariciando cada cuerda, que escondidas entre trastes, daban voz a " Ese pozo con viento, en vez de agua "

Ventana a la incoherencia. Pasaje segundo.

Bajo la luz de una vagina nació del día una bella muchacha.

Una línea dividía mi pensamiento, encontre en mi camino un revólver, me dispuse a usarlo. Puse mis manos junto a aquella biblia y juré que mentiría para enviarte a la silla eléctrica, eres un cerdo y yo no soy tu bellota.

La muchacha observa como con cada tic, es mas bella, y con cada tac; menos inocente.

Me sentí feliz al ver tu ejecucíon en directo, me regodeé al ver tu cuerpo espasmódico bajo el flujo de miles de voltios. Reprimí una ereccion, soy un maestro.

La muchacha es ya una mujer.

Visité durante años el cementerio local, defecándome sobre tu lápida cuando nadie miraba.

La muchacha soy yo.

Rainin' blood on paradize.

Paso la página; Don Chao me seduce, entre ron, jóvenes hermosas de cabellos rojizos, cañonazos y un navío legendario.

Es verano, y en los ojos de mis secuaces puedo ver su deseo de melé, en sus cimitarras las ansias de silbar y en sus manos sus venas, dilatadas, clamando un grito del vigía.

Mi mano recorre parsimoniosa una bella "S" tallada a mano en el mástil mayor, Smith el Loco es mi nombre y hoy en el mar hasta la última ostra va a sentir mi grito de guerra. Las olas se esconden tímidas de la majestuosa Ímpetu; la demencia, la mas oscura de las psicosis transformada en barco en un desafío al Rey mar.

Una salamandra alza la voz y toda la tripulación grita exaltada, hay caza, carne y botín.

La sangre brotando del cuello de mi presa y un excitante olor a pólvora me poseen, y durante un instante, soy Dios.

Primavera, verano, otoño, invierno y... primavera.

Sientete pez en la mas agitada de las mareas.
Hay un cordel y un niño riendo. No comprendo nada.

Desnudate, ha caido el sol y en esta barca tu y yo vamos a ver amanecer.

Recoge cada folio marchito que tu blanca cabellera deja caer en otoño; cuando las salamandras visten de etiqueta y bajo la lumbre se arremolinan los ultimos bichos en claudicar.

Siento una piedra en mi corazón, hay un niño llorando que me recuerda quien fui. Subo a lo mas alto del monte, la emoción me puede; evoco vidas pasadas y las lágrimas se despeñan de mis parpados.

Vuelve a ser primavera, y en el lago Jusan el ciclo vuelve a empezar.