12.08.2008

Roots

Hijo de las mismas manos, que años ha llenaron Talavera y gran parte de España del arte ceramista, engendró otras manos de las que me dispongo a hablar, con las mias propias.

Bailando cada dedo, con majestuosidad sin par, esgrimiendo notas en el aire como el dibujo de una luz en mis córneas.
Afuera hacía frio, pero dentro de la sala su guitarra alejaba toda otra sensación que fuera ajena a volar, a imaginar, a ser.

A ser y sentirse artista, como al que con solo dos sentidos, pude sentir con mas claridad que con cinco.

Ocurrió tanto Recordando la Alhambra con una lágrima en el seno de mis párpados, como navegando desnudo en el Mar del Norte, o besando los estados del alma a través de Psiquis. Quizás fueron unos Recuerdos Orientales los que me sedujeron, o quizas fueron solo sus manos, acariciando cada cuerda, que escondidas entre trastes, daban voz a " Ese pozo con viento, en vez de agua "

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya vaya, querido hermano...quizá no debiera haberme perdido semejante momento en la historia.
Yo por cuestiones de la vida, tampoco he visto a papá en concierto, más allá de las paredes de nuestra casa.
Pero con lo que has escrito, por un momento he sentido que estuve ahí.

Podías haber estado un poco mas en casa este fin de semana, que te he visto el pelo de refilón.
Pero bueno no pasa nada, eso pasa por tener a una hermana a caballo entre dos tierras, y mas ocupada con otras cosas que con la vida familiar.
Espero no obstante que esta Navidad, aunque lejos de vosotros os sienta cerca.
A ver si cuando vaya para allá pasamos un poco mas de tiempo juntos y me cuentas.

Besos mil!