3.01.2012

Humanoid dreams at Jupiter.


Había viajado muy lejos. Rápido, caótico. Había acuñado nuevos nombres para cada planeta y había susurrado poemas a las estrellas. No había lugar allí para sueños de grandeza. Rodeado del infinito su pequeñez como astronauta le asustaba. Vivió noches sin Luna y días de triste confinamiento aeroespacial.


Música, morfina y un mapa de sus delirios conformaban su tierna esquizofrenia vestida de genialidad. Fue el único capaz de llegar hasta otro planeta y pronunciar palabra alguna.


Fue bajo el amparo de sesenta lunas que sus ojos cruzaron la espesa niebla y se toparon con otros ojos.


-Madre me advirtió que ésto pasaría.
-Júpiter es tu madre ahora.

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