4.12.2009

La corte de Morfeo.

Saltamos a la calle, caimos en el adoquinado y la torre se derrumbó, salieron de la caja de negro ébano las cuatro almas que me darían caza mas tarde.

Y corrí, corrí como un poseso entre casas y pasillos, de rojo tapizado y luces doradas del 1700.

Envuelto en un déjà vu constante y con la sensacion de haber cometido un error, de haberme saltado un paso; frené en seco mi impetu y acaricié aquel piano. Me senté en la banqueta y toqué la melodía mas hermosa del mundo, nostálgica, profunda, desgarradora. Madre tenia un presagio, debíamos irnos; pero yo seguí tocando y la noche que abrazaba mi sueño se desvaneció con la primera luz del despertar.

1 comentario:

Lady Laura dijo...

Es precioso... podría leerme cada uno de tus textos cien veces cada noche, porque me encantan.