Caminar con los ojos cerrados, dejando que la fe y el amor soporten tus pies y guíen tus pasos. Abrir los ojos y encontrarte a ti mismo caminando sobre el aire en medio de la inmensidad.
Y sin embargo, no me he caido al abismo...cosa que no llego a entender.
¿Que fuerza invisible, o temerosa de mostrarse, hay bajo mis pies?
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