3.11.2009

Bodies on the snow.

Deambulo en unas tristes notas de violín, pisando despacio los charcos formados por la lluvia del último siglo.

La calle está vacía, gris, muerta. Las puertas de metal comidas por el tiempo y el óxido revelan el abandono de esta tierra. Esta tierra comida por el odio y el fuego, derrotadas sus esperanzas por un resurgimiento.

Me adentro en una casa, buscando un refugio contra el frío y los lobos. Siberia es el mayor lobo.

Siberia es un lobo capaz de olerte en lo mas escondido de tu cueva y mutilarte en un solo soplido.

Las noches de escaramuzas y tiroteos en los bosques me atormentan cuando mis parpados ceden al sufrimiento y al cansancio. Cada bala atravesando furiosa el aire. Cada alma arrancada sin piedad de la carne de mis enemigos. Cada sollozo de sus viudas a diez mil kilómetros.

Su vida o mi vida.

Y elijo vivir con el eterno pesar de ser un asesino, una rata, un héroe de guerra.

2 comentarios:

Ricardo Robles dijo...

joder!!

Ricardo Robles dijo...

que me encanta, quiero decir.¿esto forma parte de algo más grande?