3.15.2009

La marea.

Mi pequeña mariposa, ventana a la vida, aleteo de mi corazón en la ultima noche de frío antes de la primavera.

En el amanecer de tus ojos ví la belleza escondida en el interior de cada acto de Dios, de cada ser vivo de este planeta. Virgen inocencia de la mirada tierna y Azul.

Con la fuerza de un torrente me arrastraste hacia el mar de nuestro amor, en una odisea infinita en busqueda de la cajita de sal que forma esas pinceladas de luz sobre las pequeñas olas que besan incesantes la arena de la playa.

De esa playa donde el tiempo pierde todo valor, donde el infinito es un beso y un segundo todo lo demás.

De fundirnos el uno con el otro, de perder la consciencia de donde acaba tu cuerpo y empieza el mío.

Formar un Uno.




Soy un pez en la mas imparable de las mareas.

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