4.19.2010

Sur le fil.

Sonríele a la blanca primavera declarada y que aún no ha aterrizado con sus colores sobre las flores de los campos. Invitala a pasar, con un gesto coqueto entre una mirada y una sonrisa tímida. Tus rosados caramelos, brillantes tras el paso de tu lengua sobre ellos, me incitan. Respiro tu pulso acelerado y tus misterios ahora expuestos, manando de tus poros, tu fragancia perturbadora y el tacto imposible de tu piel a un suspiro de la mía.

El Sol vivo del amanecer nos observa, mientras el azul infinito de tu mirada se pierde como un torrente a través de mis retinas.

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