Mis ojos son una ventana a mi interior. Cuando la tristeza me sobrecoge, se empañan, y nada se ve claro. Cuando la ira me posee, se inyectan en sangre; como asi quisiera ver salir la sangre de vuestros cuellos.
Cuando habla Atman, miran al infinito.
Me he dado cuenta de cuantas veces esquivan mis ojos los tuyos cuando hablo.
Y como los buscan cuando se silencia mi voz. Para ver, si lo que dicen los tuyos es cierto.
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