2.01.2009

Seco.

Trato de mantenerme estoicamente ante más de mil días. Me arremolino y lanzo furiosas olas cada vez que traiciono a mi voluntad. Me licué, vivo en un desierto de sal donde la carne de mis pies descalzos se deshace a cada paso.
Y sé que es hora de andar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es la hora de andar, tú lo dijiste, pasito a pasito...
estamos muertos, derrumbados, obstruidos, agrietados...
y quién no lo está?
aaaiihhh...

:la carne de mis pies descalzos se deshace a cada paso.
No solo de deshace, tambien se olvida...

Anónimo dijo...

No sé si te das cuenta de lo puta madre que escribes.Me quedo boquiabierta cuando leo tus cosas y se lo he dicho a Ricardo .Os complementáis escribiendo y dibujando ¿no os animáis a hacer nada juntos? quedaría de lujo