Trato de mantenerme estoicamente ante más de mil días. Me arremolino y lanzo furiosas olas cada vez que traiciono a mi voluntad. Me licué, vivo en un desierto de sal donde la carne de mis pies descalzos se deshace a cada paso.
Y sé que es hora de andar...
2 comentarios:
Siempre es la hora de andar, tú lo dijiste, pasito a pasito...
estamos muertos, derrumbados, obstruidos, agrietados...
y quién no lo está?
aaaiihhh...
:la carne de mis pies descalzos se deshace a cada paso.
No solo de deshace, tambien se olvida...
No sé si te das cuenta de lo puta madre que escribes.Me quedo boquiabierta cuando leo tus cosas y se lo he dicho a Ricardo .Os complementáis escribiendo y dibujando ¿no os animáis a hacer nada juntos? quedaría de lujo
Publicar un comentario